La
Creación del Movimiento de Liberación Dominicana (MLD)
A partir del 1° de enero de 1959, con el triunfo de la Revolución, Cuba
ofreció la ayuda económica necesaria para establecer los campamentos de
entrenamiento de los expedicionarios que irían a suelo dominicano.
A
finales de enero llegan a Cuba José Horacio Rodríguez, Rinaldo Sintjago y
Poncio Pou Saleta, para dar inicio el reclutamiento de las tropas que se
entrenarían en los campamentos de Mil Cumbres, provincia Pinar del Río, y el
campamento San Julián, este último abortado por diversas razones.
A
partir de marzo fueron llegando desde diferentes países americanos más de
trescientos voluntarios.
A
solicitud de Fidel Castro, se designó a Enrique Jiménez
Moya como enlace oficial entre los dominicanos y los revolucionarios cubanos.
Con
la participación de casi todas las organizaciones políticas del exilio
dominicano, se celebró en el mes de marzo, gracias a la convocatoria realizada
por la Unión Patriótica Dominicana de Venezuela, un congreso donde formalmente
se constituyó el Movimiento de Liberación Dominicana, con la integración del
Frente Unido de Puerto Rico, el Frente Unido Dominicano de New York, la Unión
Patriótica Dominicana de Cuba, el Partido Socialista Popular, el Frente
Independiente Democrático de Venezuela y la Unión Patriótica Dominicana de los
Estados Unidos.
En
el acta constitutiva de esta entidad patriótica, figura el nombramiento de
Enrique Jiménez Moya como comandante en jefe del Ejército de Liberación
Dominicana, así como la creación de un Consejo Asesor de la Revolución
Dominicana integrado por dos representantes de cada una de las instituciones
arriba firmantes.
A
su vez, se eligió un Comité Central Ejecutivo conformado por los doctores
Francisco Castellanos, Francisco Canto, Luis Aquiles Mejía, Juan Isidro Jiménez
Grullón y el señor Cecilio Grullón. Al general Juancito Rodríguez se le designó
Consejero de dicho Comité y suplente en ausencia de alguno de ellos.
Como
resolución fundamental de esta asamblea quedó redactada y aprobada su
plataforma de Gobierno, contenido en el Programa Mínimo de la Revolución
Dominicana.
Ese
documento explicaba las transformaciones económicas, sociales y políticas, que
el MLD pondría en práctica luego del triunfo. Establecía también el compromiso
de respaldar el ejercicio de la democracia representativa, y en el plano
internacional "fomentar las relaciones con los demás pueblos, basadas en
la comprensión y el mutuo respeto que inspira la igualdad privada de los
estados y la libre determinación de los pueblos".
El
Movimiento de Liberación y en su ejército construyeron un grupo heterogéneo y
plural de hombres de distintas ideologías políticas, clases sociales,
religiones, razas y nacionalidades. Capitalistas y socialistas, intelectuales y
obreros, profesionales y campesinos. Jóvenes y viejos, dominicanos y
extranjeros se reunieron con un mismo ideal: “La defensa de la Libertad y la
Democracia en la República Dominicana”.
Para
alcanzar sus ideales democráticos, esta organización no partidista decide colaborar
con la guerrilla cubana, contribuyendo con dinero y armas a Fidel Castro, viejo
compañero de los dominicanos en la frustrada expedición de Cayo Confites,
máximo líder de la insurrección contra el dictador Batista, con ese propósito
fue designado como enviado especial a Enrique Jiménez Moya, quien se integró a
la lucha del pueblo cubano alcanzando el grado de capitán.
Todo
lo anterior contribuyó a que, luego de derrotada la dictadura de
Fulgencio Batista, en Cuba, el gobierno revolucionario dirigido por Fidel
Castro autorizara la instalación en esa isla los campamentos de entrenamiento
de los dominicanos.
La
lucha para darle fin a la dictadura trujillista prontamente ganó expresiones de
solidaridad y de adhesión de demócratas procedentes de diversas naciones,
entre los que se encontraban:
·
22 cubanos
·
13 venezolanos
·
5 puertorriqueños
·
2 españoles
·
2 norteamericanos
·
1 guatemalteco
Entrenamiento
El entrenamiento se realizó en el campamento Mil Cumbres, en Cuba, congregando
unos 250 expedicionarios. La dirección de este campamento recayó en el
comandante Dr. José Horacio Rodríguez. Los entrenamientos militares estuvieron
a cargo del oficial mayor cubano Roberto Fajardo.
Durante
el campamento sus miembros se reagruparon en seis pelotones, comandados por
dominicanos y denominados, respectivamente, Juan Pablo Duarte, Simón Bolívar,
Antonio Duvergé, José Martí, Gregorio Luperón y Máximo Gómez.
A los dos meses de entrenamiento, Jiménez Moya seleccionó a los que integrarían
las fuerzas expedicionarias.
El
día 13 de junio partió el primer grupo, distribuido en dos lanchas que zarparon
desde la Bahía de Nipe, cuyos integrantes fueron despedidos por el comandante
Camilo Cienfuegos; al día siguiente, el 14 de junio, el grupo que iría por
avión fue despedido por el capitán Manuel Rojo del Río, en la Bahía de
Manzanillo.
Desarrollo
de la Expedición
La expedición de Constanza, Maimón y Estero Hondo, del 14 de Junio de 1959,
estaba programada para llegar a la República Dominicano por aire y mar, sin
embargo, las dos embarcaciones facilitadas por cubanos, llegaron a la costa
norte seis días después, debido a un sabotaje y a un mal tiempo.
La
incursión aérea ocurrió el domingo 14 de junio, con 54 expedicionarios a bordo
de unavión C-46 Curtiss, por el aeropuerto militar
de Constanza.
El
avión, adquirido en Miami utilizando parte de los 250,000 dólares donados por
los venezolanos, fue camuflado con las insignias de la Aviación Militar
Dominicana y regresó a Cuba, piloteado por el venezolano Julio César Rodríguez
y el co-piloto cubano Orestes Acosta.
La
incursión aérea, en sentido general, fue exitoso y sin bajas, logrando los
expedicionarios desplazarse hacia las montañas en dos grupos, uno dirigido por Enrique Jiménez Moya con 33 hombres, que
avanzó hacia Tireo, mientras que los otros 20 expedicionarios, avanzaron hacia
las montañas de El Botao, bajo la dirección del comandante cubano Delio Gómez Ochoa.
El
régimen de Trujillo desplegó unos 3,000 soldados para enfrentar los
expedicionarios, además, movilizó camiones y aviones, a los que se sumaron los
grupos campesinos.
A
tempranas horas del 15 de junio, los cielos de Constanza se ennegrecieron por
los bombardeos de la Aviación Militar Dominicana.
Mientras
se internaban en las montañas, uno de los expedicionarios perdió la mochila que
contenía los planos de los desembarcos marítimos, lo que constituyó un
revés, al revelar los planes de los desembarcos marítimos no realizados aún.
El
20 de junio, la lancha Carmen Elsa desembarcó por Maimón, con 96
expedicionarios, comandada por José Horacio Rodríguez y finalmente capitaneada
por José Messón.
A
su vez, la Tínima desembarcó en Estero Hondo con unos 48 expedicionarios,
comandada por José Antonio Campos Navarro. Los desembarcos fueron enfrentados
por el Ejército y la Aviación Militar, con el despliegue de otros 3,000
soldados.
Los
expedicionarios de Maimón y Estero Hondo fueron duramente atacados por la
Marina, con la presencia de un guardacostas, una corbeta de guerra y un barco
destructor, además de bombardeos por la Aviación Militar Dominicana.
La
menor parte de los expedicionarios de ambos frentes cayeron en combate,
mientras la mayoría fue hecha prisionera por militares y civiles, algunos asesinados
de inmediato o enviados a la Base Aérea de San Isidro, donde finalmente eran
interrogados, torturados y fusilados.
Un
último reducto de 5 expedicionarios de Constanza fue hecho prisionero el 10 de
julio, compuesto por los dominicanos Poncio Pou Saleta y Merardo Germán,
mientras que los cubanos Delio Gómez Ochoa, Frank López y el adolescente
Pablito Mirabal, se les capturó al día siguiente.
Existen
evidencias de la continuidad hasta el mes de septiembre de 1959 de dos
expedicionarios que habían desembarcado en Maimón, logrando permanecer con vida
de manera aislada. Ellos fueron el norteamericano Larry Bivins -veterano de la
guerra de Corea, y el español Francisco Álvarez, quien fue el último en morir
el día 14 de septiembre.
Las
bajas reportadas en las filas de las tropas del ejército de Trujillo fueron de
42 muertos, 32 heridos y un soldado desaparecido.
De
los 196 expedicionarios sólo sobrevivieron 6; dos cubanos: Delio Gómez Ochoa y
Pablito Mirabal, y cuatro dominicanos: Gonzalo Almonte Pacheco, Francisco
Medardo,Mayobanex Vargas y Poncio Pou Saleta.