31 de enero de 2017

Don Bosco


31 de enero se celebra la Fiesta de San Juan Bosco, Patrono de la Juventud.   No obstante haber pasado 8 años de formación espiritual, humanística, filosófica, y psicopedagógica con los jesuitas entre los 18 y los 26 años de mi vida, me considero una cosecha de los salesianos en los años de niño, pre- y adolescente en aquella Moca de los años 50. Me incorporé desde muy niño a la tropa de Boys Scouts que dirigían los salesianos Padre Andrés Nemeth y el Maestro Coadjutor Luis Breda (quien fue traído de Italia como Maestro constructor del Templo Sagrado Corazón de Jesús  que se iniciaba  a principio de los años 50). En esa  tropa  estaba también mi hermano mayor Juan Manuel, y allí se fraguó también su vocación al   sacerdocio, ingresando primero al Seminario Santo Tomás de Aquino y luego marchando al Noviciado Jesuita que se encontraba en aquel momento en La Habana, Cuba.
Ese fue el mismo padre Juan Manuel Montalvo Arzeno, S.J. que falleció a los 42 años, luego de rendir 10 años de servicio en la Madre y Maestra de Santiago y como Maestro de Novicios de los Jesuitas. Ambos respiramos desde muy temprano en la vida el espíritu salesiano asistiendo noche por noche a aquellas “sesiones”  de formación humano-cristiana y de participar en paseos y excursiones a los campos  y ríos de la zona (río Jima, Bayacanes, Salto de Jimenoa, etc) Recuérdese que en tiempos de la dictadura de Trujillo los paseos a montes altos (como el hoy pico Duarte) estaban vedados por razones obvias.
Conservo fotos mías (siendo un niño de apenas 5 y 6 años, y de mi hermano de 11, 12 y 13 años, ataviados con el uniforme de Boys Scouts en aquellas paradas con nuestra  pequeña banda de música compuesta por cornetin, flauta y redoblantes desfilando por el pueblo para darle lucidez a las fiestas patronales del pueblo y todo lo que giraba en torno a la parroquia del Corazón de Jesús, que antes de la construcción de la nueva Iglesia era un  caserón de madera cuyo párroco era el padre Antonio Flores.
Nunca podré olvidar a aquel sacerdote salesiano, el padre Adan Haub, quien pasó varios años en Moca teniendo yo 11, 12 y 13 años, y siendo monaguillo. El padre Adan se dedicó a trabajar con los monaguillos en su formación humana y cristiana.
En una casita cercana a la parroquia nueva y a la entrada de la casa de Leonte Schott teníamos reuniones de formación 2 y  3 veces a la semana al atardecer. Luego el padre Adan se marchó a Cuba y luego me enteré que se retiró a su ciudad natal Franfurt (Alemania) ya enfermo donde murió y reposa en el cementerio de allí. Tengo como propósito visitar su tumba, si algún día paso por esa ciudad.
Gran parte de los niños y adolescentes de aquella época giraban alrededor de aquellos religiosos consagrados a llenar el tiempo libre (noches y fines de semana). De allí salieron una pléyade de muchachos que luego fueron ciudadanos con el sello característico salesiano. ¡Cuánta falta  hace hoy en día  dondequiera que haya una comunidad salesiana una tropa de Boys Scouts colaborando con la protección del medio ambiente, cultivando valores  de familia y de vida cristiana! Hay que reconocer que  en Moca los salesianos siguieron trabajando en esa línea: basta recordar al inolvidable padre Vicente en la década del 60 y principios del 70, fallecido a destiempo en un accidente, a quien se considera el Padre del Futbol mocano.
    Pienso que esa epidemia  de las drogas que nos ahoga hoy en dia, más que centros de rehabilitación (que tembién son necesarios para tratar casos  ya envenenados), lo que urge son  organizaciones de prevención liderados por personas carismáticas para trabajar en el corazón y en la mente, aun maleables, de los jóvenes, ¡y quién mejor para esta labor que los hijos de Don Bosco, quienes han sido dotados por carisma del Espíritu Santo y por formación y aprendizaje para trabajar con jóvenes!

23 de enero de 2017

Aplicación Sobre Juan Pablo Duarte



La aplicación de Duarte fue desarrollada por el Ministerio de Educación de la República Dominicana, Duarte en tu móvil te trae los acontecimientos más relevantes de la vida de nuestro Padre de la Patria. 


Cada momento histórico viene acompañado por ilustraciones, vídeos, fotos y/o audios así como la ubicación geográfica donde aconteció.

Duarte en tu móvil es la aplicación indicada para conocer más sobre la vida de nuestro prócer.

No espere más para descargarla en tu dispositivo móvil desde Google Play o App Store. 



12 de enero de 2017

Día de la Resistencia Heróica



El gobierno dominicano promulgó una Ley 1-13, que declara el 12 de enero de cada año como “Día de la Resistencia Heroica“. La Ley honra a los hombres y mujeres que lucharon por una sociedad más justa.

Basada en la cultura de la paz en la República Dominicana, la justicia y el respeto de los derechos fundamentales consagrados en la Constitución.
Hoy 12 de enero se conmemoran 45 años de la Resistencia Heróica en honor a Los Palmeros,  un grupo de hombres que defendieron con su vida los ideales democráticos.Este grupo  que luchaba por devolverle a República Dominicana la democracia perdida tras el derrocamiento de Juan Bosch, y estaba conformado por Amaury Germán Aristy, Virgilio Perdomo Pérez, Bienvenido Leal Prandy y Ulises Cerón Polanco, entre otros.

 Los Palmeros aspiraron a un país más solidario donde la población pudiese disfrutar de sus derechos a la salud, a la educación, al bienestar, se mantuvieron siempre firmes pese a los desafíos.

Fueron perseguidos por las autoridades de la época y en medio de un enfrentamiento desigual que tuvo lugar en el kilómetro 14 de la autopista Las Américas, cayeron abatidos el 12 de enero de 1972.

En honor a estos héroes de la resistencia se estarán realizando diferentes actos: documentales, mesas redondas, seminarios y exposiciones, con el objetivo de promover la importancia y la valía de los héroes que cayeron en defensa de la libertad y mayores niveles de bienestar para el pueblo dominicano.


11 de enero de 2017

Natalicio Eugenio María de Hostos




(Eugenio María de Hostos y Bonilla; Mayagüez, Puerto Rico, 1839 – Santo Domingo, 1903) Político, pedagogo y escritor puertorriqueño. Hombre austero y de ideas liberales, cuyo pensamiento recibió influencias del krausismo y del positivismo.
Eugenio María de Hostos consagró su vida a un doble ideal: la independencia de su patria y la educación de los pueblos.
Hostos soñó con una confederación antillana libre como base de una América libre y unida, y a ello se dedicó con ahínco desde sus tiempos de estudiante en España; vio en la mejora de la educación popular el fundamento de un futuro de libertad y justicia, y, a lo largo de una vida itinerante que lo llevó a recorrer toda el continente, prodigó por doquier su labor de renovación pedagógica.

Hoy esta redacción recuerda su natalicio, presentando sus obras más sobresalientes

La producción de Hostos, extensísima y variada, comprende muchos más títulos que los anteriormente destacados, y, pese a tal diversidad, se halla presidida en su mayor parte por aquellos mismos ideales de libertad en el terreno político y de humanismo en el educativo que siempre guiaron su trayectoria vital. Ello puede afirmarse incluso de las obras que, dentro de su amplísima bibliografía, podemos calificar de literarias.
Si alguna vez se ha considerado su obra literaria como de interés secundario, ello no se debe a falta de aptitudes ni de calidad: su primer trabajo en prosa, la singular novela titulada La peregrinación de Bayoán, escrita en 1863 en España, tiene un interesante contenido simbólico y poemático que anunciaba a un escritor de gran porvenir literario, dentro de la corriente romántica. El relato representa la unión de las Antillas, personificadas en distintos personajes que llevan nombres indígenas: Bayoán es Puerto Rico; Marién es Cuba; Guarionex es Santo Domingo. La hondura del pensamiento y la exposición de ideas revelan ya en este texto primerizo el acendrado amor de Hostos a América y su preocupación por el porvenir de las Antillas.
Este primer grupo de obras literarias incluye otras dos novelas inéditas: La novela de la vida y La tela de araña. Eugenio de Hostos escribió asimismo algunas composiciones poéticas y un poema neoclásico titulado El nacimiento del Nuevo Mundo. Después redactó algunos cuentos y comedias para sus hijos (Cuentos a mi hijo, 1878), pero no pasó de ahí: sus ilusiones literarias de juventud serían pronto consideradas por el propio autor como ocios impropios del hombre llamado a más altos menesteres patrióticos y humanos.
El grueso de la obra de Hostos lo conforman ensayos de diversa temática: ética, sociología, derecho o literatura. En este ámbito su libro de mayor alcance se titula Moral social (1888), fruto de las clases que dictó durante su permanencia en Santo Domingo, de 1879 a 1888. Hostos siguió las tendencias filosóficas positivistas del momento en que se formó su pensamiento, pero en ocasiones recuerda la corriente krausista, introducida en España por Julián Sanz del Río. En Moral social, Hostos expone, de todos modos, una concepción propia y original de la ética en las relaciones del hombre con la sociedad.
Otras ensayos de tipo didáctico de Hostos, como el Tratado de Sociología (1901), tuvieron el mismo origen, pues provienen de su labor docente en Santo Domingo; son asimismo dignos de mención títulos como En la exposición y La cuna de América. Por su sólida estructura científica sobresalen sus Lecciones de Derecho Constitucional (1887), obra premiada en la Exposición Nacional de Guatemala en 1897; su Geografía Evolutiva (1895) y el ya citado Tratado de Sociología (1901).
Todo ello da una idea de la importancia del polígrafo puertorriqueño, pero su actividad abarca todavía más aspectos: recogió las impresiones de su largo viaje por Sudamérica en Mi viaje al Sur; es autor de una biografía del cubano Francisco Vicente Aguilera, que publicó en Caracas; de una Biografía de Plácido, publicada en Chile en 1872; de las Cartas públicas acerca de Cuba (1895), de la letra y la música de un Himno a Borinquen y de otros muchos trabajos.
Entre sus estudios de crítica literaria, por último, sobresalen Romeo y Julieta (Barcelona, 1867) y Hamlet (Santiago de Chile, 1872), uno de sus ensayos de mayor interés. La Confederación de Estados Americanos, reunida en Lima en 1938, proclamó póstumamente “Ciudadano de América” a Hostos, apreciado todavía hoy como ilustre polígrafo y como el más brillante de los educadores de Hispanoamérica.